Un blog de poesía sencilla y otras cosas para todos aquellos a los que les guste apoyarse, al menos una vez al día, en el alféizar de una ventana a ver pasar la vida.

MI PRECIO



Y ahora que soy libre
de pronto el suelo
se ha convertido en suelo
y la lluvia es agua
que se desliza por las ventanas;
ya no brilla el sol a medianoche
y la oscuridad permanece
entre las farolas.
No se si estoy despierta o dormida.
Miro mis brazos
y la piel cubre mi carne
que antes adornaba el espíritu
desprotegido.
Estoy sana.
Definitivamente, para escribir poesía
tienes que morir de tristeza.




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