DESVENTURA
DE UNA DENTADURA
Cuando yo era pequeñita
me pusieron aparato
no podía remediarlo
me sentía como un pato.
¡Ay que risa tía Felisa!
no podía masticar
ni un chicle, ni una manzana
ni un pequeño mazapán.
Mis dientes amontonados
se pusieron a formar
ese aparato horroroso
¡era igual que un general!
Pobrecita dentadura
se tuvo que transformar
tenía que bailar tango
y quería danzar jazz.
Mis dientes desventurados
ahora son de lo
más top
ya desfilan en Cibeles
y posan en “foto col”
Una sonrisa perfecta
¡menudo anuncio dental!.......
¡¡¡Tururú!!!
¡Ay, si la gente supiera
lo que tienes que hacer tú!
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