Un blog de poesía sencilla y otras cosas para todos aquellos a los que les guste apoyarse, al menos una vez al día, en el alféizar de una ventana a ver pasar la vida.

¿Crisis?

BIEN PUDIERA SER



Me levanto por la mañana y comienzo a morir por dentro.
Me preparo un café y un par de galletas 
y no puedo evitar encender la tele 
y abrir el Iphone y leer las noticias
y comienzo a digerir el desayuno y a mascar este mundo
-como malamente puedo-
que cae en mi estomago como trozos de escoria
-sin haberme tomado ese antiácido que me recetaron en urgencias-
El PP rechaza celebrar un pleno por corrupción
y la crisis duplica el número de millonarios.
Y pienso en mis dos galletas
y en mis hijos que están tranquilos en sus camas
y pienso en esos hijos de otras mujeres
que ni galletas tienen
y apago la tele y miro mi teléfono con inquina
y alargo mi mano hacia la caja de antiinflamatorios
deseando curar la angustia culpable que agarrota mi conciencia.
Y me pregunto hasta cuándo podré seguir concentrada
en esas pequeñas cosas que siempre consiguen hacerme sonreír,
cuánto tiempo lograré sobrevivir a diario
a base de píldoras que aquieten mi honestidad magullada,
cuántas mañanas pasarán y me levantaré
y comeré mis dos galletas y leeré las noticias
y pensaré en esos hijos que yo no he tenido
antes de decidirme a actuar con firmeza.
Porque bien pudiera ser que otras mujeres,
en otras casas,
desayunando tostadas, que no tienen por qué ser galletas,
piensen en esos hijos que tampoco tienen
y estén también saturadas
de tomar medicamentos que no sirven para nada.


Estado de excepción....

SUBVERSIÓN



Tanques de Ernest Descals



Subversión:
desestabilización, revolución de lo establecido.

Considerando el desorden interno
y la progresiva insurrección de mis sentimientos,
declaro el estado de excepción
al objeto inmediato de afrontar, adecuadamente,
esta situación de emergencia
y solicito, al efecto, refuerzos a mi conciencia
para resguardar de este caos enfurecido
los últimos resquicios de cordura
que se parapetan en mi corazón
y resisten a la locura de una nueva vida.