UN CHUPITO DE TEQUILA
En ocasiones desearía emborracharme
ya de mañana.
Un chupito de esperanza
seguido de un buen trago de tranquilidad
para poder afrontar el día.
Saltaría de hora en hora,
borracha y sonriente
sintiendo deslizarse las palabras
de mis labios silenciosos
hasta el suelo.
¡Lástima que solo encontré
una botella de tristeza añeja
perdida en un rincón del armario!
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