LAS MARUJAS TAMBIÉN ESCRIBEN POESÍA
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Obra de Gisel Franquet |
Querida amiga:
He estado en una cárcel
-de visita-
bebo poco, no me drogo
y no he estado en clínica de desintoxicación alguna,
mis padres me quieren
-nunca he llegado a poder contabilizar su amor-
conservo mi trabajo,
no estoy enferma, ni soy homosexual,
y aunque me he enamorado con locura
lo he hecho de un “niño” bien
que respeta las normas
y adora a su familia.
Tengo cosas que decir.
Escribo porque me gusta comerme la vida
¡A bocados!
Viajo hacia el infinito.
Y aunque mi vida mediocre,
de niña pija,
burguesa
y aburrida
pueda no interesar a nadie,
me sale el alma a borbotones por las manos
y las espirales de colores
se enredan en mi pelo todas las mañanas
despues de interminables noches
de pasión
desparramada sobre las hojas de mi cuaderno descolorido.
Me esfuerzo.
Me dedico a lo mío; limpio,
se me acumulan montones de ropa,
cuido de mis hijos,
conservo mi trabajo
y, aunque soy una cocinera mediocre,
nunca haré un curso de cocina.
Así estamos.
PD: las “marujas” también escriben poesía.