Un blog de poesía sencilla y otras cosas para todos aquellos a los que les guste apoyarse, al menos una vez al día, en el alféizar de una ventana a ver pasar la vida.

MARIPOSAS BLANCAS


MARIPOSAS BLANCAS AL ATARDECER





Mariposas blancas
revolotean bajo tú piel.
Esperan,
impacientes,
el momento de recuperar su libertad
años atrás perdida.
Sus alas blancas
se diluirán entre las nubes,
vaporosas,
limpias,
frescas, como aquel atardecer
de primavera
en que reímos bajo las higueras.

Y yo me quedaré llorando,
retorciendo un chal
entre mis manos temblorosas,
triste sustituto de tus brazos
rodeando mis hombros
agitados por la pena.
Extenderé mis brazos
intentando rozar sus alas,
intentando retener, aunque sea,
a una sola de ellas
sobre la palma de mi mano
para recordar,
para recordarte a ti.
Pero igualmente se irán 
y tú desaparecerás, con ellas,
para siempre.

Y entonces, cuando la vida me haya escupido a la cara
y un rastro salado
salpique mi rostro,
cuando desee dar una patada
y cerrarle la puerta,
cuando me encoja
y abrace mi espacio
como si de una coraza inútil
se tratara,
cuando la derrota se haya colado por las rendijas
y se apodere
de cada recodo de nuestra casa, 
cuando ya no queden mariposas blancas,
espero recordar, simplemente,
que la vida nos ignora,
espero tener fuerza
para abrir la puerta de nuevo 
y dejar pasar la luz.







LA VIDA SIGUE AUNQUE NOS ESCONDAMOS.

UN SUEÑO



La noche, el viento
acariciando las hojas
de los árboles;
se balancean mimosas,
suaves,
y el terciopelo se transforma 
en sonido que arrulla
mis sentidos de forma efímera y pasajera.
No hay nada más bello que la vida
y la ausencia de dolor
es ajena a ella.
Quiero ser hoja
y danzar con el viento,
y aún las hojas 
acaban arrancadas de las ramas 
y azotadas contra el suelo.
Un cristal,
la noche
y un sueño
azotado por el viento. 






Los milagros no existen, los han inventado los hombres.

ADIOS



Aún quedan cosas por decir, 
por hacer,
besos por dar,
aún quedan abrazos por regalar,
historias por contar,
aún quedan recuerdos por fabricar,
sonrisas por compartir,
charlas por alargar
sobre el mantel de la mesa.
Pero ya hemos gastado la esperanza,
las expectativas
y el optimismo. 
Se han evaporado los milagros.
Solo nos queda
una máscara sonriente
mientras se agotan los últimos minutos 
esperando derrotados  
a que la realidad insoportable
destroce nuestra última muralla,
y las olas de dolor
inunden nuestros corazones. 



Sin pausa.

CONTRACORRIENTE


Barco con mariposas de Vladimir Kush



No quiero aprender
a convivir con esos días
insustanciales, 
7:00 de la mañana, café 
y maquillaje sobre mi rostro,
esos días de los que no aguardas
mas que el paso de las horas,
una tras otra.
Nunca he podido
rendirme a la evidencia
de que la vida suele ser
como el mar un día de verano sin viento
y simplemente viene y va,
rítmicamente,
y acaricia nuestros pies con frialdad
y monotonía.
Debería aprender
pero no he podido.
Prefiero, cada noche, limpiar
las heridas sobre el alma
desprotegida,
y continuar creyendo que, mañana,
me aguarda un día nuevo
de tormenta,
que azotará
mi espíritu.


A diario....

HISTORIAS CORRIENTES

Fotografía de la Playa de San Lorenzo-Gijón

Historias frágiles,
quebradizas,
que no pudieron ser susurradas
por los labios,
ni atrapadas por mis manos
retenidas.
Historias corrientes,
vestidas con el velo gris
del olvido.
Historias dormidas.
Historias de esas,
-ya sabes-
historias de cada día.