Un blog de poesía sencilla y otras cosas para todos aquellos a los que les guste apoyarse, al menos una vez al día, en el alféizar de una ventana a ver pasar la vida.

CUANDO NO TE QUEDA NADA, GRITA.

CUANDO NO TE QUEDA NADA

Oleo de Roman Fedosenko.


Perdida la esperanza,
cuando no te queda nada,
perdida la fe en la justicia 
-Divina y humana-
hundida la cabeza,
ahogándote en un mar de lágrimas.
Cuando el único recurso,
para mantenerte a flote,
es concentrarte en el goteo
-rítmico-
de la sal entre los dedos
de tus manos agarradas a una tabla.
Cuando no te queda nada
para afrontar el mañana.
Entonces,
cuando no te queda nada,
-aún entonces-
luchas contra el envite
de esa mar cabrona y salada.
Porque cuando no te queda nada
aun tienes aliento
para gritar desesperada:
“¡te jodes vida aun sigo aquí!”
y seguir dando
-siempre-
una última brazada.










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